miércoles, 24 de noviembre de 2010

Sin Esfuerzo

A veces sentimos, que por más cosas que hagamos, no conseguimos terminar algo que empezamos o que nos cuesta mucho llegar al final del día, contentos y con todo cumplido.
Por más que “luchamos” y nos esforzamos para que todo esté perfecto, no lo conseguimos.

Creemos que tenemos que ser los mejores en todo y con todos. Y claro… terminamos la jornada agotados.

Pero en ocasiones, el esfuerzo lo que hace, es justo el efecto contrario al que pretendemos.



No somos perfectos.

No tenemos que estar continuamente demostrando que lo somos.

No tienes que hacer un sobreesfuerzo para alcanzar esa meta.



Respira profundamente tres veces.

Repite:

Hoy es un día estupendo.


Todo va a salir bien.


No tengo que luchar para que mis objetivos se cumplan.


Me dejo fluir sin esfuerzo.


Siento que me transformo en agua.


Los acontecimientos van llegando y yo voy pasando por ellos.


Todo está bien.


Todo va a seguir bien.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

¡Vuelve a Levantarte!

Estás aquí para ser feliz.

Si en algún momento piensas que no es así, no desesperes.

Pronto tus deseos se harán realidad.

Haz de ser paciente.

La magia la creas tú.



Si sientes que en tu vida, no hay magia, cierra los ojos frente a la ventana y deja que el sol o el viento, te toquen la cara.

¡Eso es magia!



A veces, hay nubes en el cielo, y otras veces no. Tu mente es igual.

En ocasiones, hay pensamientos tristes y negativos, que te hacen tener ideas recurrentes que te infravaloran.

Otras veces, las nubes se han ido, y todo está claro y lleno de energía.

Piensa que ese es el estado natural de tu mente. Las nubes son pasajeras y debajo de ellas, siempre hay un cielo limpio y claro.



Cuando te venza la desesperanza. Cuando no puedas más y creas que nada es bueno o agradable en tu vida, sonríe.

Dale las gracias a esos pensamientos por estar ahí. Por ser tus maestros, en condiciones poco favorables.

Levanta la mirada y cree en ti.



Y recuerda: ¡Las nubes son pasajeras!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Suerte Está En Ti

El otro día caminando por la calle, me encontré en el suelo, con una hoja llena de estrellas.

Alrededor de ella, había muchas más hojas, pero ninguna más tenía estrellas.

Sorprendida y alegre, cogí la hoja repleta de estrellas y la fotografié.

No sé como llegaron allí las estrellas. Tal vez alguien las puso en la hoja, o se quedaron prensadas de manera natural.

Lo que sé, es que en ese momento, fui una de las personas más afortunadas que pasaban por aquella calle.


¿Has mirado hoy bien a tu alrededor para ver las estrellas?


¡Sigue siendo positiva!
¡Sigue siendo positivo!

La suerte está en ti y en como interpretes cada experiencia que te ocurra.

Estate atento.

Estate atenta.

Hoy puede ser el día que encuentres lo “imposible”, o el día en que tus deseos se cumplan.

Ya sabes:

La suerte está en ti.

:-)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Convivir Con La Crisis?

¿Qué hacer cuándo creemos que no podemos afrontar una crisis considerada por nosotros negativa o cualquier cambio? ¿Cuándo, a pesar del tiempo transcurrido, nuestros problemas, parecen no querer irse?
Una opción podría ser aprender a convivir con esa crisis. No solo adaptarnos a ella, sino cohabitar con ese cambio, y hacerlo parte de nuestra vida, llegar a entendernos con ese problema que nos impide ser del todo felices.

Si el cambio es por ejemplo, de tipo económico, y nuestro estado anímico, no se ve muy alterado por él, aprender a cambiar nuestros hábitos de consumo y nuestras preferencias diarias, es una buena opción para afrontar esa situación económica nueva.

Pero, si es una crisis más bien personal, el hecho de cambiar nuestro modo de vida, tal vez no sea del todo suficiente para mejorar como nosotros deseáramos.

Aunque no hay una receta mágica que nos quite todos nuestros problemas, si que existe algo mágico que está dentro de de cada uno de nosotros. Y es la capacidad de prestar atención a los problemas, para poder resolverlos.

Porque lo primero, para poder afrontar cualquier acontecimiento de la vida, es ser conscientes de que algo no funciona del todo bien.

El cuerpo nos suele avisar de los problemas. Así, cuándo nos duele una pierna, un brazo o la cabeza, solemos ir al médico, para intentar solucionar el dolor.

Sin embargo, hay veces, que no le prestamos atención a esa molestia: - Ya remitirá, pensamos. - Me tomo una aspirina y voy tirando, decimos. Y continuamos nuestra vida sin querer pensar en ello.

Hasta que un día, ese dolor se agrava o esas limitaciones se vuelven más acentuadas, y ya no podemos obviarlas. Entonces, sí, vamos al médico de modo urgente, con la esperanza de que el dolor desaparezca rápido.

Con los problemas psicológicos, nos pasa algo parecido, aunque nos cuesta mucho más, acudir a un especialista para tratarnos.

Vamos acumulando en nosotros, pequeños traumas y miedos, que poco a poco, y sin querer darnos cuentas, se transforman en una montaña.

Nos levantamos sin ganas de nada, o evitamos coger un ascensor o lloramos casi todos los días (en ocasiones sin razón aparente).

Estas circunstancias, van haciendo de nuestro día a día, una especie de batalla que superar. Vivimos alertas, con miedo y mucho estrés. – Mañana será otro día, pensamos sin creérnoslo mucho. – Antes era una persona alegre, no entiendo que me está pasando, decimos.

Te propongo, tres cosas:

1. Si quieres comenzar a superar ese cambio, te puede ayudar leer libros de autoayuda. O algo mucho mejor: hacer tu propio libro de autoayuda.

Tú eres la persona que más te conoce. Eres tú, la que sabes que problemas no cuentas a nadie (tal vez para no molestar) y la que está a cada minuto en tu cabeza.

Cómprate una libreta de color vivo (rojo, naranja, verde), y prepárala antes de nada. Recuerda cuando eras niño y haz un dibujo lleno de colores, en la primera página. Dedica tiempo a ello. Luego, haz el índice del libro. Esboza unos diez capítulos, centrándote en aquellas cosas que quieres superar, utilizando para ello, deseos, afirmaciones positivas y cambios en tu conducta.

Por ejemplo, el capítulo primero, podría titularse: “Sin vergüenza”. El deseo: “Entrar en una tienda a descambiar una prenda de ropa”. Las afirmaciones positivas: “Soy una persona sin complejos, me gusto y me acepto tal y como soy. Nadie sabe mis temores. Todo está en mi cabeza. Sé que soy capaz de hablar sin vergüenza, y sin complejos”. Por último la conducta: “Ir a la tienda y descambiar la prenda de ropa”.

2. En segundo lugar, si eres una persona reservada con sus problemas y te los guardas para ti solo, cuéntale a alguien de tu confianza, lo que te corroe. El hecho de hablar con esa otra persona, te puede ayudar a encontrarte mejor e incluso a buscar soluciones conjuntas (siempre, teniendo en cuenta, que la última persona que ha de tomar una u otra decisión eres tú).

3. En tercer lugar, que acudas y pidas ayuda a un especialista (ya sea a un psicólogo o a tu médico de cabecera para que te derive al especialista), si los problemas acumulados se han hecho dueños de tu vida y no eres capaz de afrontarlos solo, y para ti, ha transcurrido mucho tiempo desde el inicio de la crisis.


Y sobre todo, concéntrate en las cosas y personas que tienes cerca. Hay mucho de bueno en tu vida.

Recuerda: Eres una persona muy afortunada.

Estas viva.


Disfruta de la vida :-)