miércoles, 26 de septiembre de 2012

Caminando Por Las Nubes




Una mañana muy temprano, un grupo de niños, decidió dar un paseo.

Vivían en la montaña más alta del lugar y tan solo se tenían los unos a los otros.

El más pequeño del grupo, dio la noticia:

- Cuando éramos mayores, yo no podía caminar – Dijo risueño – Así que hoy, en honor a quien fui, voy a ir el primero.

Todos estaban de acuerdo. Bueno… todos, menos uno.

- Yo era el más mayor hace unas pocas horas – Dijo quejándose – Y seré yo el que vaya primero.

La rigidez de sus palabras no afectó al resto, y continuaron jugando y preparando sus bolsas de excursión.

- ¿No me habéis escuchado? – Gritó - ¿Es que nadie me oye?

Una niña que aparentaba unos ocho años, lo miró:

- ¿Qué te pasa pequeño? – Le dijo - ¿No puedes dormirte? ¿Por eso lloras?

El que había sido mayor hacía pocas horas, se sorprendió de aquellas palabras.

- No entiendo que dice esta niña – Pensó – Me habla como si fuera un bebé.

- ¿No sabes que eres un recién nacido, verdad? – Preguntó la niña de modo dulce – Vaya… Pues no te preocupes, que yo cuidaré de ti.

El que fue un viejo cascarrabias, se calló y miró sus pequeñas manos.

- Soy un bebé – Pensó.

- Yo te llevo en mi mochila – Gritó la niña – Ya verás que paseo más bonito.

Los niños que habían sido adultos, comenzaron su marcha.

Como cualquier niño, el camino se hizo muy lento y lleno de magia y espectáculos sorprendentes.

Cuando llevaban unas horas andando, uno de ellos gritó:

- ¡Mirad a vuestros pies! – Exclamó – Estamos…

Una ráfaga de viento los meció durante un instante.

- ¿Estamos encima de las nubes? – Preguntó la niña con el bebé a cuestas.

- Sí… Son tan espesas, que no nos caemos – Respondió uno de ellos.

- Creo que no es por eso – Dijo otro en voz baja – No tenemos pies…

Todos se miraron. Era cierto… ya no tenían pies ni piernas.

- Por eso no nos caemos… - Dijo la niña.

El ruido de la lluvia despertó a Raúl de su profundo sueño.

- He soñado que era un bebé – Le dijo a su compañera – Ha sido muy raro… nadie me hacía caso, pero cuando me he dejado llevar, me he relajado y he desconectado de tal forma, que he sido igual de feliz que cuando era pequeño…

Su compañera le sonrió:

- Yo he tenido el mismo sueño – Dijo – Yo te llevé en la mochila…

El rostro arrugado de Raúl hizo varias muecas.

- Parece que estamos en el camino – Dijo – Volvemos a ser niños.

Rosa sonrió.

Se miraron el uno al otro, y se pusieron a jugar.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Fin del Mundo

Cada día resurgen con fuerza, actitudes y comportamientos intolerantes y discriminatorios. A pesar de vivir en el siglo XXI, ese paso atrás continúa con nosotros.

Nos separamos los unos de los otros, creyendo que así nos protegemos de lo que será…

Las circunstancias se fuerzan hasta tal punto, que algunos países se están aislando y quedando sin habitantes.

Los que no han nacido físicamente en algún lugar, se expulsan. Los que no tienen posibilidades de ser como los mandatarios de un sitio, se ven obligados a irse lejos para poder vivir.

Las separaciones generan dudas y miedo. Con ese miedo juegan los que dicen dirigir al resto:

“Si los dejáis entrar en vuestras casas, os quitaran el poco trabajo que queda… la inseguridad será parte de las calles y no tendréis ninguna oportunidad de ser felices…”.

Muchos, llevados por el miedo, escuchan a esa minoría que intenta separar. Cuanto más temor tienen, más manipulables son.

Incluso los que se supone que por sus creencias, deben de respetar y ayudar a otros, dejan de lado esas acciones, para centrarse en ellos mismos.

Dicen que los mayas, predijeron para este mes de diciembre el fin del mundo... que su calendario solo marca hasta una fecha concreta de ese mes… que después todo se termina…

Como cualquier otra superstición, la idea coge fuerza por los medios de comunicación y por aquellos que desean manipular. Algunos se creen lo que dicen… y sin pensar y solo con el miedo, se aferran a que aquello, no nos puede pasar a nosotros… seres supuestamente avanzados y del siglo 21…

Grandes películas detallan a la perfección el fin de los días. Y en casi todas ocurre que solo se salvan unos pocos. Aquellos que han tenido fe y han creído en ellos mismos, consiguen sobrevivir. Los que dudan y tienen miedo, se aferran a ese dolor y terminan pereciendo.

El fin no se acerca. Como otros muchos opinan, es un comienzo lo que se aproxima. Vivimos en una época de cambios a nivel global.

Las redes que están tejidas y que nos unen, son cada vez más fuertes y a pesar de esos pocos, que intentan separar con sus falacias, las personas están y se sienten cada vez más unidas.

Los medios de comunicación tradicionales, han dejado paso a las noticias instantáneas. Las redes sociales, nos acercan a la realidad que en muchos casos nos ocultan.

Y a pesar, de que algunos utilizan esos medios para intentar separarnos, y generan odio y miedos, muchos y muchas sabemos que no tienen el poder que pretenden.

El fin de un periodo ya comenzó hace tiempo. Tenemos la posibilidad de pensar por nosotros mismos. Podemos ser nosotros los que continuemos esa nueva era.

El poder está en ti.

En todos nosotros.

Actúa.



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Todo es Posible



Hace poco que un astromóvil ha llegado a Marte. A la misión espacial, la han llamado “Curiosity” o Curiosidad.

Como si de una película de ciencia ficción se tratara, podremos ver durante dos años, imágenes en alta resolución del planeta rojo.

El objetivo principal es determinar si Marte es o será habitable por nosotros.

Gracias a un grupo de personas y de recursos materiales, el argumento de una película de ficción se ha hecho realidad.

Aunque vivamos en la Tierra, nos rodea un Universo lleno todavía de muchos misterios.

Al igual que ocurre con el cerebro humano, a pesar de tenerlo desde siempre sobre nuestras cabezas, ese espacio y tiempo repleto de otros mundos, es un gran desconocido.

Pero el deseo ha hecho lo inimaginable hace unas décadas…

Quien sabe lo que podrá encontrar esa máquina durante el tiempo que pase en Marte. Tal vez, de aquí a unos años, vuelva a cambiar la visión que tenemos del mundo o del Universo en general.

Formamos parte de ese Universo. Y todo y todos, estamos entrelazados.

Por eso, es tan importante cuidar de nuestro planeta desde cada uno de nosotros.

Y no solo actuar de modo físico, reciclando o actuando para un medio ambiente adecuado, sino también a través de lo que pensamos.

Los pensamientos son energía. Pueden llegar muy lejos, aunque no creamos en ello.

Antes no pensábamos que conoceríamos Marte de modo cercano. Sin embargo, ahí tenemos al paparazzi del planeta rojo. Enseñándonos cada día, aquello en lo que no creíamos…

Los pensamientos tienen el poder de cambiar las cosas.

Todo es posible.


Y aún nos queda mucho que ver.

Sigue siendo curioso.



miércoles, 5 de septiembre de 2012

Camino Energético


Cierra los ojos y respira profundamente tres veces.

Visualiza que estás en una cabaña. Es de madrugada y fuera tan solo se oye el murmullo del viento y el canto de algunos pájaros madrugadores.

Abre la amplia ventana que hay cerca de la puerta.

Observa el paisaje y la luna llena protagonizando la escena.

Decides a caminar.

Coge una mochila que hay encima de una silla. Está llena de utensilios y de comida y bebida.

Respira profundamente una vez.

Te sientes relajada y llena de brío.

La temperatura cuando sales a la puerta, es muy agradable.

El aire que respiras, es revitalizador y lleno de magia. Cada vez que inhalas, te sientes flotar y muy feliz. Cada vez que exhalas, tu cuerpo y tu mente se relajan cada vez más.

Comienzas a caminar erguida y a paso lento.

No apartas la mirada de las montañas.

Ahora, imagina que llegas a un campo de árboles. Es una explanada que parece no tener fin.

Notas la compañía de todos esos árboles. Desprenden una energía especial, que te empuja hacía ellos.

Abraza uno de esos árboles.

Siente el tacto del tronco, la vida y la fuerza que trasmite el árbol.

Respira una vez.

Repite para ti: “Todo está bien”. “Gracias por toda esta energía revitalizante”. “Me siento fenomenal”.

Después de unos minutos, continúas andando.

El cielo está comenzando a llenarse de luz. Los rayos de sol, te calientan y miman.

Llegas de nuevo a la cabaña, llena de paz y de energía.

Abre los ojos.