miércoles, 24 de abril de 2013

Dolor crónico


Cuando era niña, comencé a convivir con el dolor…
Pero fue casi sin darme cuenta, que empecé a repetirme para mí, cada vez que me daba un golpe en las manos o en otras partes de mi cuerpo doloridas, que el dolor era psicológico.
No sé por qué, pero es curioso que cuando tienes una parte físicamente sensible o dolorida, los golpes te los sueles dar en ese lugar…
Así me pasaba a mí, y prácticamente cada día, mis manos o pies sufrían algún pequeño accidente.
La frase que comencé a repetirme, después de esos golpes o de realizar alguna tarea que me producía dolor (que era muy habitual debido al estado de mis articulaciones), era:
El dolor es psicológico. Es psicosomático. El dolor es inexistente”.
En realidad repetía algunas de esas palabras (casi mágicas) y las recitaba como si fueran poesía…
Después de unos minutos repitiendo tales afirmaciones, el dolor ya casi no estaba… Le había dado tiempo a irse mitigando poco a poco.
A pesar de utilizar esas estrategias desde siempre, prácticamente no me di cuenta de que convivía con dolor crónico desde pequeña, hasta hace relativamente poco tiempo.
Por eso sé, lo importante que son nuestros pensamientos y lo que nos decimos a nosotros mismos en situaciones cotidianas o difíciles.
Gracias a utilizar aquella táctica, fui controlando un poco el dolor que sentía, hasta que dejó de ser algo anormal. Para mí, al igual que para muchas personas que conviven con dolor crónico, sentirlo forma parte de nuestro día a día… De cierta forma, lo hemos normalizado e integrado en nuestra manera de actuar y desenvolvernos.
Claro que no es sencillo aprender a vivir con dolor, pero cada vez el umbral que se soporta, es más elevado. Y la mente juega un papel muy importante en su control, ya que en ocasiones los analgésicos y cremas, tampoco ayudan mucho.
Las personas que hacen alpinismo, o algún deporte de riesgo, saben que lo fundamental para aguantar en la travesía horas, aún con dolor en el cuerpo, es tener la mente clara e igual de en forma que el cuerpo.
Si crees que no soportaras algo… es posible que no lo hagas…
Pero si comprendes que puedes hacer lo que te propongas, cualquier cosa estará a tu alcance.
El dolor pasa o se suaviza, si aprendes a relajarte y a tener paciencia.
Por supuesto, que las ayudas externas para mitigar esos dolores son adecuadas y necesarias, pero no es lo único que elimina el dolor (de hecho, en más de una ocasión, seguramente habrás tomado una aspirina para el dolor de cabeza y no se te ha ido).
Repite frases que te motiven o entretente con algo que te guste.
Canta, pinta, baila, escribe…
Haz que tu mente esté ocupada y divertida.
Todo lo puedes superar.
El dolor crónico también.


miércoles, 17 de abril de 2013

¡Lo conseguirás!


Todo tú eres energía.
Tus pensamientos también son energía, que se materializan en acciones.
Todo gran descubrimiento, todo proyecto, fue una idea o un pensamiento que tuvo alguna persona que decidió llevarlo a cabo.
Sé que llevas un tiempo dándole vueltas a la cabeza…
Algo te mueve por dentro y desearías que ese sueño interno, se hiciera realidad.
Sin embargo crees que no te mueves. Piensas que no ha llegado el momento o que no eres lo suficientemente apta para embarcarte en la tarea…
No obstante, ahí estás, deseando eso que te da vueltas por la mente…
Lo creas o no, ya forma parte de tu día a día… Aunque no seas consciente de ello, o no estés dando los pasos necesarios para que se haga realidad, esa energía ya está presente.
Y poco a poco irá tomando forma en tu exterior.
Lo único que necesitas es no tener miedo y actuar.
Es tu momento y sabes que puedes conseguirlo…
Pase lo que pase, aprenderás de la experiencia y de tus pasos.
Eres alguien muy especial.
Lleno sueños y de buenas ideas.
Eres capaz de lo que te propongas.
Por eso, hoy te animo a que continúes.
Sigue mirando al hoy con alegría y optimismo.
Tus sueños también lo son.

miércoles, 10 de abril de 2013

Con los ojos abiertos




Observa la fotografía…
¿Qué es lo que más te llama la atención?
Puede ser que tan solo te hayas percatado de la señal advirtiendo de un peligro cercano…
O tal  vez, has obviado esa indicación y te has centrado en la montaña nevada…
Sea como sea, el camino que seguíamos, era el mismo para todos… La misma carretera, el mismo sendero, la misma vía…
Sin embargo, algunos han disfrutado del paisaje y otros han estado alertas ante posibles amenazas… Sin deleitarse realmente de cada paso.
En nuestro día a día, las señales de peligro o de advertencia, están muy presentes…
Parece que tengamos que estar con mil ojos por si ocurre alguna tragedia…
Pero si ese estado de alerta, se prolonga en el tiempo y cada día lo hacemos nuestro como si fuera la norma, terminamos enfermando, sin energías y llenos de ansiedad…
Ante el estrés diario, tenemos que abrir más los ojos y observar las montañas que sin duda, tenemos delante.
Hay miles de imágenes gratificantes y que nos proporcionan paz y relajación en todo momento… Aunque nuestra mente se empeñe en no verlas, están ahí.
Por eso, hoy te animo a que observes realmente lo que te rodea.
Por ejemplo, cuando vayas en el autobús o caminando, deja de centrarte en tus pensamientos recurrentes y dedica un tiempo a observar no solo a lo que está más cercano, sino al paisaje más alejado.
Cada uno de nosotros, decide en que centrarse. Si solo en los peligros que creemos que nos acechan o en las maravillas que nos rodean… Un árbol, un pájaro, las nubes en el cielo o los rayos de sol atravesando la calle…
Cada día es único y especial.
¡Abre los ojos!




miércoles, 3 de abril de 2013

Eres importante


¿Cuántas veces has seguido a otra persona, por qué pensabas que ella sabía más que tú?
¿En cuántas ocasiones has dejado de decir algo interesante, por qué has creído que tus palabras no tienen importancia?
Seguramente en más de una ocasión…
Es posible que la persona a la que has seguido (ya sea a nivel espiritual o simplemente para acudir a una fiesta), supiera más que tú en ese momento de ese tema… Pero eso no significa que siempre sea así.
Tú tienes muchas cosas importantes que decir y qué hacer. Eres una persona igual de significativa que aquella a la que sigues, tan solo has de caminar un paso más adelante para darte cuenta.
Eres alguien especial y lleno de experiencias que compartir con los demás.
Detrás de la frase: “No voy a dar mi opinión… no es importante”, se puede esconder una falta de autoestima o auto aceptación, que puede hacer que nos paralicemos ante situaciones que creemos no poder controlar.
Tienes opiniones muy valiosas y llenas de significado.
No te pares… Si lo que deseas es cantar, ¡canta! Si deseas escribir, ¡escribe!
No pares tus pies ni tus deseos por creer que no eres importante…
¡Eres importante!
Hoy te animo a que cada mañana, cuando vayas al cuarto de baño, antes de comenzar el día, te mires en el espejo y te digas:
“Hola ser humano maravilloso. Soy una persona valiosa y llena de sabiduría. Hoy es un gran día”.
Comienza la mañana sonriéndote a ti misma, diciéndote lo fuerte y lo importante que eres.
Tú vales mucho.
No lo olvides…
Eres importante.