lunes, 25 de enero de 2016

No se te olvide preguntar


El otro día, caminaba despacio por la calle, esperando encontrar respuestas a mis preguntas...

¿Por qué muchas veces nos comportamos como si fuéramos a vivir mil años?
¿Por qué albergamos muchos miedos irracionales que nos alejan de la ansiada felicidad?

Según andaba, mis ojos se iban parando en aquellas personas que piden por la calle. Algunos tocaban la flauta, otros te hablaban o te daban los buenos días, y otros muchos simplemente estaban ahí quietos y callados, esperando a que alguien les ofreciera algo de sí mismos.

Cuando giré la esquina, no pude resistirme a mirar hacia una mujer mayor que parecía pasear a su perro imaginario. Cuantas veces habría sido el centro de las burlas de algunos... ella, ajena a la realidad que la rodeaba (ruido de coches, gritos de peatones malhumorados con los conductores...), sonreía a cada persona que se le cruzaba. Muchas de ellas, la miraban con recelo... parecían decir con gestos: "no me voy a acercar a esa mujer. Vayamos a que se me pegue su locura...".

Y con aire de humanos cuerdos, avanzaban sin mirar atrás y con la cabeza muy erguida, sintiéndose quizás mejores que ella.

Entonces no me resistí a parar a una de aquellas personas normales, para preguntarle porque se alejaba... que le estaba haciendo salir corriendo en dirección opuesta al perro invisible.

Los ojos de asombro no se hicieron esperar.

- No me he dado cuenta de la señora - me dijo anestesiado - ni que fuera importante.

Con desdén y desgana aquella persona normal y supuestamente centrada, se fue de mi lado despotricando mi actitud y mis preguntas.

Entonces caí en la cuenta...

Todo se escapa de la mirada ciega de los seres normales que caminan con prisa por la calle. Ni siquiera un perro invisible les llama la atención...

Lo curioso del asunto, es que aquella mujer que parecía loca, es muy importante en el barrio. Y sobre todo para aquellos que piden en la calle, ya que les lleva todos los días churros para desayunar y una gran sonrisa que les hace sentirse muy felices.

Y os preguntaréis... ¿Y por qué sé todo esto?

Porque al día siguiente, decidí formar parte de aquellos olvidados por todos y preguntarles por aquella persona del perro invisible. Y todos y todas, sin excepción,  fueron unánimes con sus respuestas.

"Es la mejor persona que he conocido", dijeron. "Sin duda un corazón de oro y un ser único". "Sin ella las mañanas serían más tristes"...

Un ser humano especial que camina despacio cada día, con su sonrisa y sus detalles. Alguien importante a quien conocer y observar...

Gracias a mis preguntas supe que esas dudas que tenía, no son el centro de la vida. No importa el conocer el cómo, el cuándo o el por qué... lo realmente importante es vivir con los ojosy la mente abierta y aprender de lo que nuestros ojos no suelen ver.

Así que recuerda: no se te olvide preguntar.



lunes, 18 de enero de 2016

Descubre tu fuerza


Había una vez un pequeño duende que vivía en un largo y untuoso bosque.

Muchas de las mañanas que caminaba despacio por el pasillo de flores, escuchaba voces venidas de otro mundo.

Aquellas voces parecían decirle que él no existía... que era una simple ilusión de una mente imaginativa y extravagante.

Un susurro apartado le hizo convencerse de que su mundo no era real.

- Nada importa. No importo nada de nada... si yo pudiera ser un duende mágico...

Sus deseos no se hicieron esperar.  En unas pocas horas, el pequeño pero no por ello insignificante duende, se adentró en una vida distinta para él. Sus congéneres lo trataban como si fuera un ser importante. Todos y todas le animaban a estar fuerte para afrontar sus extensas tareas.

Duende no podía ser más feliz.

Su fuerza parecía provenir de aquellos que lo alababan. Eso por lo menos pensó él. Y solo por eso, ese día, el duende se sentía mágico y especial.

Pero aquel deseo terminó y el duende se volvió pequeño y dejo de creer en sí mismo de nuevo... no sabía que todas las fuerzas del mundo se encontraban en esos pequeños piececitos,  manos y cabeza con los que estaba tan acostumbrado a vivir...

Y el duende, que no pensaba que era un ser importante, decidió que no merecía nada de lo que le había pasado y convencido de ello, caminó por las flores de su casa con muchas ganas de esconderse debajo de las hojas.

Sin embargo y de pronto como si un halo mágico quedará todavía en su cuerpo, el pequeño duende tuvo un pensamiento.

- Mi deseo se hizo realidad... -  exclamó entretenido - quizás no sea tan insignificante como pienso.  Lo que imagino se convierte en una realidad que yo pueda crear...

Con aquel pensamiento, el pequeño pero no por eso insignificante ser, sonrió entretenido y supo que a partir de entonces siempre conocería su fuerza y su poder interior.

Y tú... ¿ te sientes fuerte por dentro o crees que todo depende de lo que hay fuera? Haz como el pequeño duende y comienza a creer en ti mismo... descubre tu fuerza.


lunes, 11 de enero de 2016

Ahora es mi momento

Hola,
¿Cómo te sientes hoy? ¿Has sido consciente de tus pensamientos por lo menos una vez a lo largo del día?
Hoy es un día mágico y repleto de oportunidades.
¿Te animas a caminar por tu mente con actitud positiva?
Vamos allá.
Mírate al espejo y repite en voz alta:
El Ahora es la base de mi futuro.
Yo y solo yo, creo las condiciones para que mi futuro sea el que yo deseo.
Destierro los pensamientos negativos que me paran, me desmotivan y obstruyen mi camino.
Sé que soy capaz de eso y de mucho más.
Ahora mismo, soy el resultado de quién fui en el pasado.
Lo que deseé toma forma hoy.
Si fueron solo pensamientos y deseos negativos, hoy no me encontraré bien.
Si por el contrario, sentí y deseé situaciones positivas y llenas de avance para mí, hoy será un gran día.
¡Hoy ya es un Gran Día!
Y recuerda. Tú eres tu propio maestro y tu propia maestra.
Si lo puedes pensar, lo puedes imaginar. Y si lo puedes imaginar PUEDES HACERLO.



lunes, 4 de enero de 2016

Confía en ti

Hola,
¿Cómo te sientes hoy? ¿Has sido consciente de tus pensamientos por lo menos una vez a lo largo del día?
Hoy es un día mágico y repleto de oportunidades.
¿Te animas a caminar por tu mente con actitud positiva?
Vamos allá.
Siéntete como si estuvieras en una burbuja durante el día. Recuerda cuando estabas segura o seguro (por ejemplo en tu niñez, tal vez al lado de tus padres). Recuerda aquellas ocasiones en que sabías que todo saldría como deseabas, y repite:
Hoy nada me preocupa.
La vida fluye sin esfuerzo.
Sé que todo va a estar bien.
Y recuerda. Tú eres tu propio maestro y tu propia maestra.
Si lo puedes pensar, lo puedes imaginar. Y si lo puedes imaginar PUEDES HACERLO.