jueves, 8 de abril de 2010
“Más Allá del Agua y del Aire”
Túmbate en tu cama o en una superficie cómoda, con los brazos ligeramente separados del cuerpo y las piernas algo separadas entre ellas.
Cierra los ojos.
Respira profundamente tres veces.
Siente el tacto del lugar donde estás tumbado o tumbada.
Ahora, imagina que esa superficie, se va transformando poco a poco en agua.
Imagina que estás flotando, en mitad del mar, con los ojos cerrados.
Siente el vaivén de las olas, meciendo tu cuerpo.
Siente como estiras tus brazos y los pones en cruz.
Las olas te siguen meciendo, pero no te hundes.
No sientes frío ni calor.
Te sientes protegido o protegida.
Respira una vez de forma larga y tranquila.
Ahora, abre los ojos, y observa el amplio cielo azul.
Las pocas nubes que hay, te permiten visualizar la escena, sin que el sol te ciegue.
Poco a poco, ve sintiendo como el agua del mar, se va transformando en un líquido más y más sólido.
Observa y siente como el tacto que tenías del agua, ahora ha pasado a ser como gelatina.
Apoya tus manos en la gelatina azul, y siéntate.
Ahora, observa el paisaje que tienes ante ti.
Te rodea una cadena de montañas rocosas.
La gelatina azul, se ha convertido en verde, y muy cerca de ti, hay un bosque de árboles muy altos y viejos.
Siente el viento que mece las hojas de los árboles. Obsérvalas.
Imagina que tú estás en una de esas ramas.
Inmediatamente dejas de estar en la gelatina, y te encuentras en el árbol más alto.
Desde allí, puedes ver como ante ti y alrededor tuyo, no hay nada.
Ni árboles, ni montañas, ni mar. Tan sólo espacio.
Acomódate en la rama y comienza a balancearte hacía delante y hacía atrás.
Imagina que tu cuerpo humano, se ha transformado en un ave.
Comienza a volar hacía la nada. Mueve las alas sin esfuerzo, sintiendo cada uno de los movimientos.
Una vez que estás en el vacío, nada te rodea. Ya no ves los árboles altos en los que te encontrabas. Tan sólo vuela.
Siente la sensación que tienes al volar.
Cierra los ojos en pleno vuelo. Y déjate caer.
Al poco tiempo de hacerlo, llegas a una superficie blanda y gelatinosa.
Observas como tu cuerpo vuele a ser humano.
La gelatina, se va transformando poco a poco en agua.
Siente como flotas.
Vuelves a estar flotando en ese mar, pero ahora está en calma.
Ya no hay olas.
Disfruta de la sensación y de la quietud.
Quédate ahí el tiempo que necesites.
Ahora, respira profundamente tres veces, siente como el mar se convierte de nuevo en tu cama.
Abre los ojos.
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3 comentarios:
Nunca acabo este ejercicio... a mitad de el y por el tema del agua siempre me dan ganas de hacer pipi y lo tengo que dejar a medias jejejej
No en serio, gracias por compartir como siempre tus consejos.
Genial.
Te lo curras mucho en tus post. La verdad es que si llegas a ayudar a las personas desde tu blog, es la leche lo que consigues.
Un buen ejercicio para tranquilizarse y sacar el stress de la semana
Lo hago generalmente a la noche una hora antes de dormir que es el momento que estoy mas relajado
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