miércoles, 16 de junio de 2010

Tan Solo Hablar

Las personas de mucha edad, están más acostumbradas a relacionarse con otros.

No les importa por ejemplo, ponerse a hablar contigo mientras esperas el autobús o dentro de él.

Lo hacen de modo natural, sin esfuerzo, con muchas ganas por otro lado, de que alguien les escuche.

En general, viven de modo más pausado y tranquilo, aunque en muchas ocasiones con mayor soledad.

Sus preocupaciones son otras a las que tuvieron más jóvenes y su círculo familiar o de amigos es más pequeño.

Lo único que demandan, es que alguien les escuche, aunque sólo sea unos minutos. Desahogarse o enseñar sus experiencias a otras personas.


Hace unos días, en la cola del banco, se puso detrás de mí una mujer mayor.

Se acercó más y comenzó a hablarme:

- Estoy cansada, y solo he subido las pocas escaleras que hay para entrar aquí… es que la edad no perdona…

Yo la miraba, y la sonreía.

La mujer estuvo contándome sus dolencias un rato, y luego exclamó:


- ¡Que voy a cumplir 86 años!…

- Que suerte – Le respondí casi sin pensar.

Ella me miró a los ojos y me respondió:

- Pues sí… es cierto. Yo he enterrado a mucha gente joven en mi familia…

Me contó entonces, sus relaciones familiares, y las cosas que le preocupaban en ese momento.


Después acabó la charla, ya que una ventanilla se quedó libre.

Le sonreí y nos despedimos.


Miremos a nuestro alrededor más a menudo.
Aprendamos de esas personas que tienen tanto que aportarnos.
Escuchémoslas, hablemos con ellas.
Relacionémonos con los demás, fijándonos en sus experiencias de vida.

Todos tenemos cosas que aportar y que decir.
Seamos niños, jóvenes, adultos o ancianos…
Hagamos que las personas más mayores sigan sintiéndose necesarias y acompañadas.

No hace falta mucho, tan solo hablar, escuchar o sonreír.

5 comentarios:

Soñadora dijo...

Es verdad Carol, con tan solo una sonrisa o unos minutos de dedicación podemos hacer la diferencia!
Besitos,

colegios privados Madrid dijo...

Es verdad nuestros adultos mayores solo necesitan un poco de compañia verbarl
Y nosotros podemos llenarle el alma con solo prestar nuestro oido por unos segundos
Saludos

Viajes dijo...

Estoy completamente de acuerdo con vosotr@s, y es que a las personas mayores hay que dedicarlas un minimo de atencion, porque tienen muchisima sabiduria que compartir y no nos cuesta nada.

Sergio dijo...

Es verdad, no cuesta tanto escuchar a los que tenemos alrededor, al menos los que están más cerca.
Resulta muy grato echar una manilla a los mayores que a veces nos cruzamos en nuestra vida, y de los que hay tanto que aprender.
A mí me pasa cada historia en el supermercado... jiji!
Por cierto, y a propósito de las SONRISAS... te enviaré un correo para contarte un momentazo que me pasó en el metro... y que fue realmente revelador.

Un besote Carol y felicidades por tu esperanzador blog!!!

Anónimo dijo...

Es un tema complicado para sacar conclusiones apuradas.