miércoles, 27 de junio de 2012

Déjate llevar por la música

Dirígete a una habitación en la que sepas que no te van a molestar durante unos minutos.
Ponte ropa cómoda o desabróchate para estar lo más a gusto posible.
Elige una música que te guste, puede ser tranquila, de relajación o todo lo contrario. No importa. Tan solo pon música.
Cuando lo hayas hecho, sitúate en el centro de la habitación y cierra los ojos.
Respira profundamente tres veces.
Escucha.
Olvida que tienes pensamientos. Aunque estén, déjalos pasar.
Tú céntrate en la música. En las sensaciones que te produce.
Lentamente comienza a balancearte de un lado a otro.
Nota como en el centro de tu pecho, empiezas a sentir un leve cosquilleo y un estremecimiento de alegría. Sin poder evitarlo, sonríes.
Déjate llevar por la música.
Muévete como te apetezca en ese momento.
Haz muecas, ríe a carcajadas, mueve la cabeza, los brazos…
Disfruta de tu cuerpo y de este instante sin pensamientos.
Poco a poco, tu cuerpo se va soltando más y más. Cada vez estás más relajado y lleno de felicidad.
Sientes como la música está dentro de ti.
Incluso notas como si flotases.
Respira profundamente una vez.
Sigue siendo feliz.
Abre los ojos.

miércoles, 20 de junio de 2012

Disfruta de la vida


Cuando escuchamos: “La vida son dos días”, “No desperdicies tu vida”… No solemos prestarle atención.

En ese momento pensamos: “Es cierto. La vida es corta y hay que vivirla al día”, pero al instante siguiente, ya se nos ha olvidado, y regresamos a nuestras rutinas y a nuestras malas formas con los que nos rodean o con nuestras tareas.

Que tu mente descanse, es inevitable y una necesidad, que dejamos aparcada en muchas ocasiones.

Cuando la mente no desconecta, nos estresamos, nos ponemos ansiosos, nos sube la tensión y la pagamos con nosotros mismos y con los que más queremos.

Aprender a vivir sin esperar nada, simplemente disfrutando de vivir, requiere que seamos conscientes de esa realidad que precisamos crear.

Eres una persona muy importante.

Aunque no lo quieras creer, eres uno más que forma parte de un todo. Al igual que en la naturaleza, todo tiene un por qué y un fin, y todos se acoplan sin esfuerzo, tú eres parte de tu pequeño gran universo que te rodea. E influyes en él, quieras o no.

Presta atención ahora mismo a tu alrededor. Escucha el silencio, aunque haya ruido. Intenta formar parte de la escena que vives ahora mismo.

Eres la protagonista de este momento. Disfruta de tu papel y actúa como deseas.

Sé fuerte y valiente, como otras veces has sido.

Nada ni nadie te puede obligar a ser como no quieres ser.

Nada ni nadie, puede hacer que dejes de disfrutar de lo que te gusta ni de las sensaciones de alegría y paz que te producen.

Respeta a los demás. Escúchalos y acepta como son. Acepta como tú eres.

Disfruta de la vida.


miércoles, 13 de junio de 2012

Ser pájaro


Túmbate en un lugar cómodo y procura que no te molesten, durante unos minutos.

Cierra los ojos y respira profundamente tres veces.

Sé consciente de que estás aquí tumbado.

Siente tu cuerpo y tu respiración.

Escucha tus pensamientos y déjalos pasar.

Sea lo que sea lo que te preocupa, ahora mismo no tiene poder.

Tú eres el guardián de tu mente y de lo que decides creer o pensar en este momento.

Y este momento es único y especial.

Imagina que te levantas de la cama y que abres la ventana o el balcón de la habitación.

Sin ningún esfuerzo, visualiza como te conviertes en un pequeño pájaro azul.

Estás en el borde de la ventana y sientes el viento.

Es media tarde y al levantar la cabeza, puedes ver que estás enfrente del mar.

Hueles el aroma de las olas y de los peces.

Sientes un cosquilleo dentro de ti y entonces abres tus alas y comienzas a volar.

Observa como otros de tu especie, revolotean a tu alrededor.

Tú te diriges al mar. Allí hay muchas gaviotas sobrevolando las olas, intentando pescar.

Nota el aire en tu cuerpo.

Estás muy tranquila y muy feliz.

Ya no hay pensamientos y puedes respirar mucho mejor.

Estás muy cerca del agua del mar.

Cierra los ojos mientras vuelas bajo.

Repite para ti: “Tranquilo. Todo va a salir bien. Todo está bien. Eres maravilloso”.

Cuando lo desees, regresa a la ventana de tu habitación.

Nada más entrar, te conviertes de nuevo en persona.

Cierras la ventana y te acuestas.

Respirar profundamente una vez.

Abre los ojos.


miércoles, 6 de junio de 2012

¡Ánimo!


Es posible que estés ahora mismo o te hayas sentido en el pasado, cansado y desengañado por algún motivo. 

Tal vez haya sido por situaciones personales, o quizás por las circunstancias que escuchamos todos los días en las noticias.

Sea como fuere, en más de una ocasión, más de uno de nosotros, hemos estado desmoralizados y sin ganas de nada. Pensando que nada depende de nosotros, que no somos importantes para hacer un pequeño cambio en el mundo o en nuestra realidad…

Nos creemos insignificantes y esa sensación se va tornando en impotencia. Así que dejamos de movernos. Dejamos de actuar y de pensar en que sí podemos hacer lo que nos propongamos…

Se nos olvida muy pronto, que en muchas ocasiones, hemos sido capaces de superarnos a nosotros mismos…

El desánimo generalizado de las personas que nos rodean o de los medios de comunicación, nos vuelven cada vez más apáticos.

Por eso, te animo a que regreses a ser quién te gustaba ser. Recuérdate cuando creías que un mundo o un entorno mejor, eran posibles.

Sí hemos avanzado en la historia de la humanidad, es por qué no nos quedamos quietos. Dejamos de lado nuestros miedos y nuestra desidia y nos levantamos para ser más felices y libres.

El empeño y la voluntad es la clave para que tus pensamientos y acciones, sean efectivos.

Necesitas de ti y de tus mejores ideas.

Imagina que eres un gran inventor… y lo serás.

Imagina que sí puedes hacer mucho para cambiar las cosas… y ocurrirá.

Créelo…

Olvida el desánimo y actúa.

¡Tú puedes!

¡Juntos podemos!