miércoles, 28 de abril de 2010

Sin Miedo A Ser Feliz

Escucha…
¿Oyes el sonido de tu respiración?
Céntrate en ella.
Olvida por un momento quién eres, y dónde estás.
Tan sólo siente tu respiración.

Cierra los ojos, y respira profundamente.
Mantén tu espalda recta y tu cuerpo relajado.
No hagas caso de los pensamientos que van apareciendo en tu mente.
Simplemente déjalos pasar, pero no te centres en ellos.

Relaja cada vez más tu cuerpo.
Tu espalda, tus hombros, tus piernas…
Poco a poco, ahí, donde estás sentado o sentada, te vas quitando de tu acelerada mente, los problemas, las preocupaciones, las tristezas…

Respira de nuevo profundamente.
Hazlo tres veces.
Escucha detenidamente el sonido de tu respiración.
Imagina el aire que entra como luz, llena de vitalidad y energía. Elige el color que más te apetezca. Esta luz, hace un recorrido por todo tu cuerpo, llenándote de felicidad y calma.
Ahora, imagina el aire que sale, como luz apagada, del color que elegiste.
Con esa luz, las preocupaciones, los miedos, las penas, se van de tu cuerpo.

La sensación de relajación es muy agradable.
Disfruta de ella.
Respira tranquilamente, sin prisas.
Cuándo lo sientas, abre los ojos.

Observa el lugar en el que estás.
Intenta mirarlo todo de modo distinto.
Sonríe.
:-)

6 comentarios:

Opovictor dijo...

La alerta sensorial que nos propones es muy relajante.
Nos olvidamos que es en la respiración donde podemos encontrar la mayor fuente de relajación.
Me gusta mucho la energía que transmite tu blog.
Un beso.

Soñadora dijo...

Claro que sonrio Carol, en especial al leerte. Me gustó imaginar el aire como luz, y más aún darle color!
Besitos llenos de luz para tí!

Cassiopeia dijo...

Se siente rico. Una pena que no sea costumbre diaria por vivir tan ocupados. Gracias a tí, hoy no lo olvidé.
Besos.

Comprar plantas dijo...

Esto lo he pensado muchas veces... no soy feliz porque no lo soy o por miedo a serlo???

Nutricionista dijo...

Me ha encantado la lectura. Me ha transportado a mi época de montañera y he recordado esos días de tranquilidad y armonía en la naturaleza

Sistemas de seguridad Bilbao dijo...

Eso creo realmente... que hay mucho miedo a ser feliz.