¿Cuántas veces te has tragado
palabras que deseabas decir?
¿Cuántos sentimientos atrapados
para no hacer daño a alguien que quieres?
A veces, y aunque poseamos
habilidades para expresar adecuadamente nuestros pensamientos y emociones, las
circunstancias hacen que no hagamos o digamos lo que realmente deseamos.
Hoy te propongo que destierres las
tijeras de tu autocensura y las sumerjas en el olvido… Por lo menos por unos minutos.
Siéntate tranquilamente delante de
un ordenador o de papel y bolígrafo. Respira profundamente una vez y comienza a
escribir todo aquello que tienes dentro, que no has digerido y que te hace, en
ocasiones, estar de mal humor.
Escribe sin censuras. Como si
hablaras en voz alta contigo mismo. Expresa lo que en esos momentos te
apetezca, sin sentirte culpable de hacerlo.
Cuando acabes de escribir, lee lo
que has hecho.
Imagina que no eres tú la persona
que ha escrito aquellas letras y analiza de modo objetivo su significado.
Averigua que es lo que te está
parando o lo que te está haciendo más infeliz.
Puede que descubras cosas de ti
misma, que no sabías. Quizás te sorprendas de aquello que nunca has
verbalizado, pero que al leerlas, activan algo en tu interior.
Cuando hayas terminado de leerlo y
de expresar tus emociones, rompe la hoja o borra el archivo que has creado.
Solo eso.
Si después de este ejercicio, te
sientes con ganas, ve y dale un abrazo o un beso a esa persona con la que
deseabas hablar y no lo hiciste. Lo que te enfadaba o te hacia sentir triste
está roto en mil pedazos o en tu papelera de reciclaje.
Sonríe y disfruta del ahora.
Camina sin censuras, pero
respetando los derechos de los demás.
Mereces que este momento sea único.
Sabes que lo es.
Todo tiene una solución.
Las malas circunstancias o las
malas experiencias pasan.
Deja de sentirte culpable o
incomodo por no haberte enfrentado a aquella situación de modo asertivo y
correcto.
No hay experiencias incorrectas. Tú
vas marcando tus pasos a cada instante.
Respira sin miedos.
Vive sin censuras.
2 comentarios:
Claro que muchas veces me e aguantado de expresar algo que me incomoda y no e querido por que la situación no lo a merita y no se puede.
Hola mauricio :) A veces tenemos que encontrar el momento adecuado para saber decir las cosas o saber callarnos en ese instante ;) Gracias por tu comentario. Un saludo :D
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