¿Cuántas veces te has sentido paralizada por tus
sentimientos?
¿Cuántas veces has dejado que el miedo gobierne tu
vida?
Aquellos pasos que no diste por temor a lo
desconocido, te hicieron parar y no sentirte bien.
Eres una persona maravillosa y con miles de
aptitudes.
¿No las ves?
Están ahí. Delante de tus ojos.
No necesitas todos esos elementos externos
(incluidas esas relaciones dependientes) para ser tu mismo y sentirte lleno.
Quizás avanzas cada día con algún temor, pero…
Sigues avanzando.
Somos los dueños de nuestros propios destinos. De nuestra
propia vida y decisiones.
Si te lo puedes imaginar te aseguro que puedes
hacerlo.
Antes que nada imagina. Imagina que puedes hacer lo
que te propongas, que eres lo que siempre deseaste y que los obstáculos solo están
en tu cabeza.
La fuerza de voluntad que tuviste entonces sigue
dentro de ti.
La semilla sigue en tu interior.
Nunca has dejado de ser esa persona que un día
dibujaste como un esbozo en tu memoria.
Esta semana me gustaría que hicieras una acción simbólica.
Escribe en un papel aquellos miedos que te hacen
parar. Esos temores que ni tú misma eres a veces consciente de tener…
Cuando lo hayas hecho, léelos en voz alta y termina
la lectura con un: Puedo hacer lo que me proponga. Yo puedo. Todo está bien.
Rompe la nota en pedazos y seguidamente ve hacía una
papelera. Allí donde dejas los cartones y hojas para reciclar, desecha esos
pequeños trozos de papel.
Siente como parte de tus miedos se van con ese
simple acto.
Eres una persona libre. Eres un ser humano
maravilloso con todas las posibilidades por delante para avanzar.
Hazlo ahora.
Y repítete: Puedo hacer lo que me proponga. Yo puedo. Todo
está bien.
Porque ciertamente todo está bien y todo va a salir
bien.
Confía en ti.
Camina sin miedo.
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