miércoles, 13 de noviembre de 2013

Como afrontar una enfermedad

Cuando la falta de salud llega a nuestras vidas, se produce un cambio en nuestro día a día.
Ya sea por la enfermedad propia o por la de un familiar cercano, el saber afrontar esos momentos, nos hace sentirnos por lo menos, un poco mejor a nivel psicológico.
Si disponemos de los recursos adecuados y estamos preparados para esa nueva circunstancia, todo será más fluido e incluso algo más fácil.
Cualquier enfermedad suele ser dolorosa. Algunas no duran mucho tiempo, pero otras se hacen crónicas, afectando a cada área de nuestra vida.
Si estás pasando ahora mismo por el inicio de una enfermedad transitoria o no, seguramente te sentirás perdida o confusa ante los acontecimientos.
Todo comienzo significa un cambio… Algo que nunca hemos vivido o sentido, aparece en ocasiones, casi de repente y muchas veces, sin previo aviso.
Por eso, poseer las habilidades de afrontamiento necesarias para manejar cualquier situación, sea deseada o no, nos hará vivir ese momento, del modo más adecuado posible.
Algunas cosas que podemos hacer para afrontar esa enfermedad, son las siguientes:
- Tanto, si la enfermedad nos ha afectado a nosotros mismos como a alguien querido, leer acerca de estas dolencias, nos puede ayudar a comprender mejor su transcurso. Estar informados ante los cambios que pasaran, sin acudir de forma masiva a sitios no profesionales (como pueden ser páginas de internet, que nos pueden dar sensación de catástrofe en vez de ayudarnos a aprender y comprender esa enfermedad), nos dará una perspectiva más amplia sobre a qué nos enfrentamos.
- Aceptar los cambios sin miedo. Ante cualquier situación dolorosa, solemos aferrarnos al pasado, o a los momentos en los que nos encontrábamos bien, reprochando esas nuevas vivencias con rabia. Aprender a centrarnos en el ahora, sin juzgar las circunstancias de la enfermedad, nos ayudará a la aceptación de esa enfermedad.
- Aceptación no significa que no seamos activos ante las consecuencias de la enfermedad. Si tenemos un dolor o una limitación significativa, no vale con quedarnos en un rincón, “aceptando” nuestra nueva situación… Si no que, tenemos que dejarnos tratar y solventar esos dolores con las ayudas externas que sean necesarias y hacer ejercicios de rehabilitación, que nos ayudarán a mantener nuestro estado de salud estable.
- No dejarnos llevar por un estado de ánimo decaído. Si sentimos que nuestra vitalidad y ganas de vivir, no son las mismas que antes de la enfermedad, podemos realizar alguna estrategia psicológica, o utilizar algunas técnicas para que podamos sentirnos cada día mejor. La meditación, los ejercicios de relajación, caminar diariamente, alimentarnos sin excesos, o quedar con los amigos o familiares, pueden ser adecuados para subir ese estado anímico que tanto influye en el afrontamiento de una enfermedad.
- Por último, sé paciente. Seas tú la persona enferma o tu familiar cercano, sé una persona tranquila. No tengas prisa en mejorar tu estado de salud o te lamentes por lo perdido.  Todo tiene su propio ritmo y no sirve de mucho, forzar una recuperación si lo hacemos con dolor o desesperación.
Hay miles de estrategias de afrontamiento, que podemos utilizar ante una nueva circunstancia, como es afrontar una enfermedad. En mi caso, cuando comencé con la artritis con 9 años, me sentía extraña y algo perdida. Gracias al tratamiento del dolor y a las actividades de rehabilitación, me fui sintiendo mejor y adaptándome a mis nuevas limitaciones, con la ayuda de mi familia. Aunque no fue, hasta mucho más tarde, cuando acepté mis circunstancias como no reversibles, que no tuve plena sensación de estabilidad física, psicológica y emocional.

Por eso, aprende a afrontar tu enfermedad o la de tu ser querido, desde todos los ámbitos, tanto a nivel físico (de tratamiento del dolor y de las secuelas), como a nivel emocional y psicológico. Estos últimos factores, te harán sentirte mucho más fuerte para enfrentar los nuevos retos que las limitaciones y dolores te tienen preparado.


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