miércoles, 30 de julio de 2014

Eres parte del cambio

Siéntate con la espalda recta, respira profundamente una vez y repite para ti: “Hoy es un día mágico. Todo está bien. Todo está saliendo bien”.
Sigue respirando de modo tranquilo y sin sobresaltos, mientras dejas que tu cuerpo se adapte al entorno que te rodea…
Siente como la calma, la tranquilidad y el sosiego, entran dentro de ti y te atrapan en su mundo.
Eres parte de todo lo que te rodea, y aunque cada uno de nosotros solo seamos una gota en el mar inmenso del universo, todos somos piezas fundamentales en el engranaje de la vida.
Respira profundamente una vez y nota las sensaciones que recorren tu cuerpo.
Una vibración casi eléctrica, se difunde desde tus pies a tu cabeza, haciéndote sentir vivo y relajado.
Nada es como aparece. Ahora mismo, es el instante adecuado para comenzar ese proyecto, el momento justo para el cambio.
A cada paso que das, el cambio vive dentro de ti. Nada permanece estático por mucho tiempo. Eres parte del cambio y tienes mucho que aportar en él.
Tus obsesiones no las necesitas. Los miedos y los remordimientos por actuar de determinada manera, tampoco.
Ahora eres una persona fuerte. Puedes hacer lo que deseas. Todo aquello que te has propuesto, ya está en marcha.
Tú eres luz. Tu cuerpo y tu mente, están rodeados de un halo brillante, que te ayudan a seguir el camino ideado por ti.
Las culpas, los miedos, el estancamiento… han quedado atrás.
Ya no eres esa persona. Eres tú mismo, pero dentro del cambio.
Renovado y lleno de energía.
Ahora nada ni nadie puede hacerte callar.
Disfruta del momento y recuerda: nada es como aparece ser. Tú tampoco. Sigue tu luz y sigue cambiando.
Eres parte del cambio.


miércoles, 23 de julio de 2014

Todo está por descubrir

Cierra los ojos y respira profundamente tres veces.
Imagina que estás delante de un gran espejo, en una habitación muy pequeña.
La habitación es silenciosa. Apenas se escucha el canto sordo de un pájaro solitario. Tu corazón sabe que algo especial está a punto de ocurrir en esa sala mágica.
Sin dudarlo cierras los ojos en tu imaginación y te animas a descubrir lo que el ambiente te ofrece.
Estás muy relajado y muy feliz.
Intenta visualizar con todo detalle el espejo. Su forma, su color, sus defectos…
Siéntate en la única silla que hay en el cuarto. Justo enfrente del centro del espejo.
Respira profundamente una vez.
Cuando tu mente haya observado detenidamente la escena, céntrate en el reflejo del espejo.
Estás tú, sentada en una silla cómoda, mirando sin pestañear hacia delante.
Sin embargo, descubres con sorpresa que a tu lado, hay una bolsa de viaje entreabierta.
Compruebas que en la realidad no existe tal bolsa, pero cuando ves el reflejo del espejo, allí está. Cerca de ti, esperando para que busques dentro de ella.
Con un gesto rápido, bajas tu brazo hacía la apertura de la bolsa, y aunque no hay nada a tu lado, sientes de forma asombrosa, como tu mano coge algo que hay dentro.
Lo sacas con cuidado y observas en el espejo, el objeto que ahora sostienes en tu mano.
Puede ser cualquier cosa… Una flor, un libro, una pelota…
Lo primero que haya aparecido en tu mente, ese será el objeto que estás agarrando en la realidad del espejo.
Quédate allí un rato, observando el espejo y el objeto que tienes en la mano.
Tu cabeza poco a poco, le va dando un significado a ese objeto y palabras con mucho sentido para ti, comienzan a brotar de tu mente sin mucho esfuerzo.
Sigues muy relajada y con muchas ganas de seguir observando.
Descubres entonces, que una persona querida por ti, está al lado de la silla.
Aunque sabes que no hay nadie en la habitación del espejo, decides creer en ese otro lado, que te está enseñando tanto.
La mano de tu ser querido, toca tu hombro y notas su presencia como si realmente estuviera allí.
Sin dejar de mirar hacia el espejo, le tocas y aprietas su mano fuertemente.
Sabes que parte de esos consejos y ayuda que has solicitado, están muy cerca de ti. Esperando para ser descubiertos.
Le das las gracias al espejo, a la habitación y a tu ser querido.
Respiras profundamente una vez, sabiendo que hoy eres un poco más sabio.
Abre los ojos y no dejes de observar la vida.
A cada paso que das, algo o alguien te están prestando la ayuda que necesitas.
Deja de tener miedo.
Eres una persona maravillosa.
Todo está por descubrir.

miércoles, 16 de julio de 2014

Disfruta como un niño

El otro día encontré entre los recuerdos de mis padres, una historia escrita por mí, cuando era una niña…  Escrita a máquina y con pocos folios, me trajo a la memoria aquellos momentos de felicidad y motivación, que inundaban mis horas de ocio.
Es curioso como en cada uno de nosotros, hay un impulso desde pequeños a ser o hacer determinada actividad. Casi toda la gente con la que hablo, tienen o han tenido un deseo o un sueño desde hace años.
En algunas ocasiones, la motivación por alcanzar ese deseo se para y no avanza por años… Sin embargo, pase lo que pase, casi siempre esa ilusión regresa a nuestras vidas con fuerza.
Tal vez por las circunstancias de tu vida, dejas aparcado aquello que tanto te gusta hacer… Y muchas veces somos nosotros los que nos ponemos trabas para no hacerlas…
El miedo, las excusas, el pensar que ya tendremos tiempo… Todo ello, se convierte en un muro para ser un poquito más felices.
Porque hacer y llevar a cabo ese sueño con el que tanto disfrutabas, es un bálsamo para esos momentos de preocupaciones o nervios. Es una forma sencilla de acercarte a ese niño interior, que aún conservas dentro de ti. Es la mejor manera para darte cuenta de lo importante y no de lo superfluo de las apariencias.
Cuando eras más pequeña y hacías aquella actividad, seguramente no tenías expectativas acerca del resultado final. En mi caso, escribía porque me divertía hacerlo. Aún me divierte y me gusta. El tiempo pasa veloz cuando nos sumergimos en esa afición que tanto nos mueve por dentro. Sonreímos muchas veces, aun sin buscarlo y estamos de mejor humor cuando algún desacuerdo diario aparece en nuestras vidas.
Eres lo que tus deseos y motivaciones son.
Igual que tus pensamientos se transforman en palabras y tus palabras en actos, tus anhelos se tornan reales si les prestas la atención que te reclaman.
Puede ser que creas que tu amor por la cocina, los libros, la pintura o las plantas, no son tan importantes en tu día a día. Quizás sientas que no tienes tiempo para esas “tonterías” o esos “caprichos” de cuando eras un niño…
Mírate al espejo y obsérvate… ¿De verdad crees que eres igual de feliz que cuando hacías aquello que te encantaba? Recuerda el tiempo que dedicabas a esa actividad sin cansarte. Rememora cuando la felicidad no era tan difícil…
Aún estás a tiempo de sentirlo de nuevo. Sigues vivo… sigues aquí y tienes tiempo. Haz ese pequeño esfuerzo o deja de engañarte a ti misma con que no es necesario hacerlo.
Comienza hoy mismo.
Respira profundamente y sigue con ese coraje que te caracteriza.
Enfréntate a tus miedos y a tus excusas.
Todo está en tu mente.
¡Disfruta como cuando eras un niño!
Sé feliz.

miércoles, 9 de julio de 2014

Un silencio en tu mente

Cuando apagas la luz por la noche, tus pensamientos y recuerdos se centran en lo perdido, en lo no encontrado o en lo olvidado.
Hay tanta vida fuera de los muros de tus ideas.
Si una flor decidiera que es simplemente una flor, ya no sería una flor.
Tú eres mucho más que un número, una cara o un título.
Eres el resultado de muchas experiencias, de infinidad de alegrías, de esfuerzos y penas.
El aspecto que tengas es insustancial.
No importa quién creas ser. Ya eres.
Siempre hay ojos que te observan y te reconocen.
No es el momento de tomar decisiones apresuradas.
Siéntate en silencio y escúchate.
Los sonidos de tu interior, aplacan los ruidos de fuera.
Si hay luchas, respira profundamente y no desfallezcas.
Tus esperanzas nunca se agotan, aunque pienses que así es.
Si miras con los ojos de una margarita, te reconocerás al instante.
Las capas de vida y de miedos que te sobreprotegen, están desapareciendo.
No las necesitas para vivir.
Para el momento de tu muerte, tampoco serán útiles.
Solo importará el ahora y el amor que hayas expresado desde tu interior.
Los éxitos materiales obtenidos, las carreras por ser alguien, dejaran de tener importancia, justo en el preciso momento en que seas consciente de que tus horas se acaban.
La felicidad no es cuestión de segundos.
La alegría de cada situación, de cada mirada, de cada palabra, te acompaña a cada minuto.
No tienes que hacer esfuerzos por ser feliz ni por estar alegre.
Las margaritas no hacen esfuerzos por ser flores.
Tú tampoco necesitas esforzarte para recuperar aquello que crees que has perdido.
Siéntate en algún sitio. No importa que estés rodeado de gente.
Tan solo, acomódate en tu interior y oye el silencio de tu mente.
Cuando las palabras pasen veloces por tu cabeza, estate atento. Son solo palabras. El significado se lo das tú.
El orgullo por ser cada vez mejor, te para los pies para simplemente ser.
Ahora mismo tus padres, o tu hijo, o tu hermano, o tu amiga, están a tu lado, sonriéndote y reclamando tu atención.
Ya tienes todo lo que deseas.
Abre los ojos y míralo.
El silencio de tu mente, te habla.
¿Vas a empezar ahora a escucharte?


miércoles, 2 de julio de 2014

Claro que puedes


Sé que lo sabes, pero hoy me gustaría recordártelo especialmente:
¡Tú puedes! Eres capaz de hacer todo lo que te propongas.
Aunque sientas momentos de duda y decaimiento, respira profundamente una vez expulsando el aire lentamente por tu boca.
Relaja tu cuerpo y pon tu espalda recta.
Haz memoria de quién eres y de todas las capacidades que tienes.
Repasa en tu mente las habilidades, capacidades y situaciones por las que has pasado a lo largo de todos estos años.
¿Realmente piensas que no estás preparado para afrontar los demás retos?
Claro que sí.
Todo va a salir bien. De hecho, todo está saliendo bien.
Cada vez que has tropezado o te has caído, algo dentro de ti te ha impulsado hacia arriba con más fuerza. Has aprendido de todos los fallos y disfrutado de las mejores experiencias.
Sé que esto que te voy a decir, también lo sabes, pero hoy quiero recordártelo: Eres una persona fuerte y luchadora. Cada peldaño en la escalera de tu vida, lo has superado con esa fuerza y coraje. Por eso, hoy sabes que tienes esa potencia para seguir avanzando sin miedos.
Tú eres la clave, el secreto oculto y el amuleto que necesitas. Vives con él cada día. No te hace falta recurrir a supersticiones o preocupaciones que no te llevan a ningún sitio. Ya eres ahora. Tampoco tienes que esperar a mañana para cambiar. Ahora es el momento adecuado.
Siente tus manos, tus pies, tu cuerpo, tu mente. Eres alguien importante y con grandes capacidades.
¡Tú puedes! Y puedes hacer lo que te propongas.
Que no se te olvide.
Claro que puedes.