lunes, 7 de marzo de 2016

Abrazos de oso

Erase una vez un oso panda al que le gustaba mucho dar abrazos gigantes.

El oso vivía en un bosque, rodeado de otros animales.

El bosque era un lugar mágico, donde multitud de especies se reunían alrededor del árbol central. Un gran árbol centenario que había visto y vivido muchas experiencias.

El protagonista de nuestra historia, el oso al que le gustaba dar abrazos, tenía un pequeño amigo cerdo. Un animal arisco y al que no le gustaba nada el contacto.

Oso le pedía todos los días un abrazo pero el pequeño cerdo amarillo nunca le hacía caso.

Así que el oso decidido le dijo:

- No pasa nada. Tú eres así. Mi amigo... todos los días te daré yo un abrazo aunque tú no lo quieras.

El cerdo al ver aquella actitud, optó por evitar al oso.

Y lo consiguió durante muchas semanas, hasta que una tarde oso le dio un abrazo de oso gigante al pequeño cerdo.

Lo hizo de espaldas y con muchas ganas.

El cerdito se quedó petrificado y comenzó a llorar.

Todas las mañanas oso abrazaba a cerdo con mucho cariño y poco a poco el llanto del cerdito se fue transformando en una gran sonrisa.

- Muchas gracias - Le dijo cerdo a oso - Necesitaba mil abrazos. A partir de hoy seré yo el que te daré los abrazos.

Desde ese día oso y cerdo se abrazan cada día y disfrutan el uno del otro en mitad del bosque mágico. Rodeados de vida y de amor.


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