jueves, 29 de octubre de 2009

Somos De Donde Vivimos

Hay muchas personas que tienen que dejar el lugar donde nacieron, por trabajo o por otras circunstancias más desfavorables.
Cada uno de nosotros, cuando esto ocurre, afrontamos el cambio de la mejor manera que sabemos.
Todos terminamos haciendo nuestra vida en ese otro lugar, aunque echemos de menos nuestros orígenes.

Sin embargo la vida sigue, y aunque no estemos en la que era nuestra casa, terminamos por adaptarnos y de formar parte de ese otro lugar, al que terminamos por considerarlo nuestro hogar.
En realidad, todos pasaremos por estas circunstancias.
Antes o después, tendremos que dejar nuestra casa o nuestra tierra, y por ello tenemos que ser conscientes de que el apego a un lugar o a una casa, tan sólo nos traerá problemas.

Todos somos emigrantes.
Unos porque han de dejar su país de origen, otros porque han de cambiar de comunidad o ciudad, y otros porque han llegado a una edad o porque necesitan más cuidados y han de abandonar su casa.

Podemos prepararnos desde ya, para que el cambio sea relativamente suave.
Puedes imaginarte que has de cambiar de país, o de ciudad o de casa.
Piensa que es lo que sentirías si eso te ocurriera.
Siente donde está realmente tu hogar.
¿Es dónde vives ahora o donde estuviste viviendo?

No creas que todo se acaba si has de dejar tu país, ciudad o casa.
La vida siempre se abre paso.
Allá donde estemos, allá donde viviremos, estará nuestro hogar.
Porque…
Somos de donde vivimos.

jueves, 22 de octubre de 2009

Escribir Como Terapia

Cuando tenía ocho años, comencé a escribir un pequeño diario que me regalaron.
No escribí mucho tiempo en él, y escribía cosas como: “hoy me he levantado, he ido al colegio y luego he vuelto”.

Después tuve otro diario cuando cumplí los trece.
Entonces ya no sólo contaba lo que había hecho en el día, sino como me sentía y lo que me gustaba o no.

Luego, he continuado escribiendo, pero esta vez, en libretas.
No escribía todos los días y muchas veces solo expresaba mis ideas.

Escribir es una excelente forma de ayudarte a ti mismo o a ti misma.

Llevar un diario (aunque no sea realmente diario), es una buena manera de conocernos, y de “curar” aquellas cosas que nos negamos o de la que hasta el momento en que nos pusimos a escribir, no éramos conscientes de ellas.

Por eso, te ánimo a que cojas una libreta, y comiences a escribir tu día.

Describe lo que has hecho, como te has sentido ante determinadas situaciones, lo que te espera al día siguiente, y sobre todo, escribe que deseo quieres que se te cumpla para los próximos días. Termina siempre con una frase positiva o que te motive, como por ejemplo: TODO VA A SALIR BIEN.

No es importante si escribes todos los días o sólo lo haces cuando de verdad te apetece.
Lo importante, es que lo que escribas te sirva de utilidad, ya sea para afrontar un nuevo trabajo, para levantarte con mejor humor o para creer que la vida es maravillosa.
Tan solo: ¡Escribe!

jueves, 15 de octubre de 2009

HOY ES UN DÍA ...

“Hoy es un día azul.
Un estupendo día azul.
Nada de lo que ocurra hará que este día deje de ser especial.
Hoy el cristal con el que veré la vida, es azul…”.

“Hoy es un día negro.
Un terrible y nublado día negro.
Nada de lo que ocurra hará que este día deje de ser una pesadilla.
Hoy el cristal con el que veré la vida, es negro…”.

Reflexiona…

¿De qué color es hoy tú día?
¿Lo has decidido ya?
Es posible que sí.
Desde el mismo momento que pusiste un pie fuera de la cama.
Aunque no te diste cuenta entonces de ello.

Tus hábitos adquiridos por el tiempo, te han levantado, has hecho un café (“por qué si no, no hay quién me soporte… ni yo mismo”, te repites una y otra vez para autoconvencerte de esa necesidad), y has seguido con tus rutinas diarias.
El día ha sido azul para muchas personas, pero para ti no.
Y te lamentas…
“¿Cuándo seré feliz? ¿Cuándo podré tener esa suerte que tienen otros?”.

Tú tienes la respuesta a esas preguntas.
Tú eres la única persona capaz de hacer que tus días sean del color que tú deseas.
Tienes que hacer el esfuerzo desde que te levantas, de pensar que todo es posible, que el día será muy bueno, que todo saldrá bien.
Tú eres el único responsable de cómo te tomes las cosas que te suceden a lo largo del día.
Tú puedes ser feliz y tener esa suerte que a veces crees que te falta.

Pero sigue pensando positivo todos lo días.
No te vengas abajo, por que un día lo intentaste y no hubo resultados satisfactorios para ti.
Sigue consciente de tus pensamientos y de tus actos todos los días.
Y levántate todas las mañanas sabiendo que tu día será genial.
Todo depende de cómo te tomes las cosas…

Hoy va a ser un día …
:-)

jueves, 8 de octubre de 2009

¡Sueña!

Todos soñamos.
Unos lo hacen sólo cuando duermen, otros cuando están despiertos, y hay otras personas que sueñan siempre.

Soñar es muy bueno.
No sólo es bueno soñar cuando dormimos, sino también cuando estamos despiertos.

Soñar, nos mantiene alertas y llenos de esperanza.
Cuando dejas de soñar, dejas de creer que tus deseos realmente pueden cumplirse.

Los sueños, no sólo son sueños.
Los sueños muchas veces son la semilla de un proyecto o de una nueva vida.
Los sueños son el motor de nuestros actos, de nuestros anhelos y deseos. Gracias a ellos, podemos imaginar que todo es posible.

Recuerda…
Seguro que más de una vez en tu vida, se te ha cumplido un sueño que tenías. Tal vez fue de niño, cuando sólo deseabas salir del colegio y poder comprarte unas golosinas. O tal vez, fue hace poco, cuando por fin, conseguiste esa tranquilidad mental que te hacía falta para seguir adelante…

¡Los sueños se cumplen!
Por eso, es importante que seamos conscientes de ellos.

Anota tus deseos en una hoja todas las semanas.
Esto hará, que creas un poco más que pueden ocurrir.

Comienza con sueños pequeños, del día a día.
Comprueba que se hacen realidad.
Y sigue soñando, y anotando todos tus deseos (por inverosímiles que parezcan).
Después de un tiempo, cuando leas todos los sueños que tenías, descubrirás como más de uno se cumplió (hasta los que pensabas difíciles).

Cree en positivo.
Todo es posible.
También tus sueños.

Ya sabes…
¡Sueña! :-)

jueves, 1 de octubre de 2009

SERENIDAD


Un momento…
No te vayas aún al trabajo, no corras aún a la escuela, espera para ir a comprar…

Primero...

Cierra los ojos…
Respira tres veces…
IMAGINA…

Estás en el bosque.
En un bosque rodeado de grandes árboles.
Tú te encuentras sentado o sentada en un tronco.
Hace una buena temperatura. Ni frío ni calor.
Estás muy relajado.
El calido viento te protege.

Escuchas el canto de varios pájaros que sobrevuelan las copas de los árboles.
Sientes la brisa en tu cara.
Sonríe…

Respira…

Delante de dónde estás hay unos surcos. Parece que antes hubo ahí un río.
Observas…
De repente escuchas al sonido del agua correr.
Un riachuelo se ha formado delante de ti.
El agua es limpia y transparente.

Te levantas del tronco, y te arrodillas despacio delante del río.
Pones las manos en forma de cuenco, y coges de esa agua.
Te la bebes.
Está muy buena. Tiene un sabor agradable.

Cierras los ojos.
El agua, entra en tu boca, y baja despacio por tu garganta. Mientras ocurre, nada se oye, nada se mueve.
Sólo el agua que recorre tu cuerpo.
Sientes como va limpiando tu organismo.
Cómo te va depurando. Al igual que llegó al surco y limpió la tierra, ahora, pasa suavemente por ti. Sin obstáculos, sin prisas, sin problemas.

Cuando terminas de beber, escuchas…
El viento, el sonido de los pájaros. Todo ha vuelto.


Respira profundamente tres veces…
Y abre los ojos…

¡TE DESEO QUE PASES UN MARAVILLOSO DÍA!