miércoles, 27 de febrero de 2013

Somos un gran grupo

Hace un tiempo que evito ver los telediarios en la televisión. Me mantengo informada sobre todo por las redes sociales.
Reconozco que estoy cansada de ver en las noticias, a los políticos que no hacen nada, a los ladrones millonarios que no son puestos a disposición de la justicia, a las personas (que somos todos) que sufren las consecuencias de la situación que han generado un grupo de desalmados...
Tengo una discapacidad y al igual que un gran porcentaje de personas capaces de esta sociedad, sean  o no discapacitados, no disfruto de un trabajo.
Yo he estado fundamentalmente preparándome oposiciones estos años, pero al igual que los trabajos, ya no hay oferta de empleo público. Dicen que no hay dinero para eso, ni para nuestra educación ni para nuestra salud, y sin embargo si lo hay para los bancos y para sustentar sueldos desorbitados de algunos miembros de nuestra sociedad...
Sé que cada día estamos más y más convencidos de que cada uno de nosotros, somos importantes. Muchos piensan que aquellos a los que desahucian estos días, podrían ser ellos mismos. Incluso alguna cadena de televisión, ha querido aportar su ayuda para prevenir más catástrofes humanas.
Somos un grupo y tenemos mucho que decir y qué hacer.
Por eso, hoy he decidido escribir acerca de la realidad que nos rodea.
A pesar de las dificultades, que nada ni nadie nos paralice.
El pensamiento catastrofista, es la opción menos adecuada para seguir adelante.
Cree en la luz al final del túnel, en las opciones aún no descubiertas, en la ilusión de un presente lleno de estabilidad...
Si todos creemos en ello, si todos meditamos y hacemos que la energía de nuestros pensamientos, se dirijan a acciones de cambio positivo, en vez de quedarnos estancados en la pena o en la indefensión, seremos un gran grupo humano, lleno de personas con muchas cosas que aportar a la sociedad.
Así, que hoy te animo a observar tu entorno, a mirar a tu vecino, al conductor del autobús al que cada mañana tal vez ni saludas, a las personas que te cruzas por la calle, y pienses en ellos, como si fueras tu mismo.
No hay diferencias entre nosotros. Dejemos de ser los sufridores callados, para ser la semilla de cambio positivo...
Una afirmación positiva cada mañana al mirarte al espejo, un abrazo a tus seres queridos, un saludo cariñoso a quien no conoces...
Eres una persona muy importante.
Lo que piensas tiene poder. Tus palabras también las tienen.
Ponte en marcha. Intenta pasar un día tan solo con frases positivas en tus labios. Y para los pensamientos negativos que te lleguen.
Tú eres una persona fuerte y puedes controlar tus pensamientos, palabras y acciones para mejorar tanto tu vida, como la de los que te rodean.
Escribir una petición, por ejemplo a los telediarios, para que emitan más noticias positivas... Que equilibren la balanza de la información negativa, con hallazgos y visiones más constructivas de la vida.
Repite cada día:
Todo va a salir bien. Todo está bien. Soy una persona fuerte. La vida es maravillosa. Nada ni nadie me hará decaer. Creo en mí y en las personas que me rodean. Yo puedo.
Haz que tus frases o afirmaciones positivas, formen parte de ti. Sé lo que deseas y no te dejes arrastrar por lo que oyes o ves.
El desanimo puede desaparecer, si tu quieres.
Seamos lo que ya somos...
Un gran grupo humano.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Actúa. Aquí y ahora


En ocasiones nos dejamos arrastrar por la desidia.
Nos decimos que tenemos que hacer miles de tareas, y cuanto más lo hacemos, más cómodamente sentados nos quedamos.
Nos implicamos mentalmente en muchos pensamientos innecesarios para evitar actuar.
Creemos que hemos de dejar un tiempo para por ejemplo, meditar o centrarnos en pensar en positivo, sin embargo, estas ideas si no las cumplimos, nos paralizan y no nos dejan hacer esos buenos propósitos.
Hoy te propongo que no planifiques esas actividades.
No tienes porque planearlas de antemano, tan solo puedes introducirlas en tus tareas diarias.
Por ejemplo, cuando limpies los platos o el suelo, presta atención a tu mente. Este momento es idóneo para que pongas en práctica eso que deseas conseguir.
Céntrate en una afirmación positiva y repítela mientras trabajas:
"Todo está bien", "La vida es maravillosa" o "Igual que lavo los platos, mi mente se limpia de todo lo que no me beneficia".
No esperes a que sea el momento adecuado para ponerte a meditar.
Es muy posible que este momento ya sea perfecto.
¿Para qué esperar?
Actúa ahora. Haz que sea más fácil convivir con tus pensamientos, ahora.
Cuando estés viendo la televisión, también puedes aplicar los pensamientos positivos en esa actividad. Incluso si tienes en ese momento la posibilidad de conectarte a internet y escribir una afirmación positiva en alguna red social, hazlo. Te beneficiará y tal vez también lo haga a otras personas de tu entorno.
Tú eres alguien importante.
Dentro de ti está la llave del cambio. Aquí y ahora.
Recuerda:
Cualquier actividad que realices, hazla consciente.
¡Actúa!


miércoles, 13 de febrero de 2013

Descansa


Cierra los ojos y respira profundamente tres veces.
Imagina que estás en un prado lleno de amapolas.
Es media tarde y solo escuchas el canto de los pájaros.
Observa tu cuerpo. Mira detenidamente tus pies descalzos.
Eres otra persona.
Camina despacio por las flores, con la tranquilidad de quien lo ha dejado todo resuelto.
Respira profundamente una vez y estira tu cuerpo con ganas.
Levanta los brazos por encima de tu cabeza y muévete de un lado a otro.
Observa como de entres las flores, comienza a surgir una casa de madera.
Brota del suelo, como si de un árbol se tratara.
Es una casa rústica y decorada a tu estilo.
Entra en ella.
Una gran luz blanca inunda la habitación principal.
La chimenea chisporrotea.
Siéntate en la mecedora que hay delante del fuego.
Siente el calor que desprende y la tranquilidad de tu mente.
Nada te perturba.
Estás donde tienes que estar. Y lo sabes.
Balancea la silla y sumérgete en el fuego que observas.
Respira profundamente una vez.
Te sientes muy relajado.
Y muy tranquila y feliz de estar allí.
Disfruta de la quietud.
Saborea este momento de descanso y paz.  
No necesitas pensar.
Tan solo sientes y sabes interpretar lo que ocurre a tu alrededor.
Como si hubieras nacido con la casa, tu cuerpo se transforma en parte de ella.
Te acomodas cada vez más en la mecedora y tus huesos se convierten en la almohada que reposa en la silla.
Estás donde tienes que estar.
Este es tu momento.
Sin pasado. Sin presente. Sin futuro.
Escuchas el fuego y comprendes que no tienes que hacer nada.
Todo está bien.
Todo está saliendo bien.
La vida es maravillosa.
Sigue disfrutando de ella.
Eres una persona estupenda.
Se feliz.
Abre los ojos.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Todo va a salir bien

Deja de preocuparte.

Este momento es especial.

A pesar de que no lo parezca, los momentos de crisis, se acaban…

Y aunque no lo creas, las consecuencias de un trabajo bien hecho, terminan llegando…

Sé que es posible que tu estado de ánimo esté decaído, que cada vez que pones la televisión o ves un telediario, piensas en lo mal que va todo y lo horrible que son las noticias.

Como te sientas tú, es importante, porque tú eres importante.

Todos y todas lo somos, aunque pensemos que no, que no podemos hacer nada para sentirnos mejor, y para que las cosas vayan cada día mejor y mejor.

Existen algunas personas poderosas, que abusan de ese poder y que se benefician a costa de los demás.

Y nos hacen decaer y sentir inferiores y abatidos. Sin ganas de actuar, sin motivación para defender nuestros derechos.

Esta forma de reaccionar ante las injusticias, no nos beneficia. Nos hace quedarnos pasivos ante los acontecimientos, sin ganas de levantarnos de nuestros asientos.

“Ya lo arreglará otro”, pensamos.

Y continuamos callados y sin ganas de ver la realidad.

Tal vez, te sientas cada vez más nervioso y atacado. Es posible, que sí tengas ganas de actuar, de cambiar la situación, pero lo único que haces es enfadarte y sentirte mal, sin llegar a ningún objetivo concreto o llegando a él de forma agresiva.

Esas dos formas de reaccionar, tanto la pasiva como la agresiva, no son las adecuadas para conseguir el fin deseado.

Responder de modo asertivo, es decir actuando defendiendo tus derechos y expresando lo que deseas, sin conductas agresivas o pasivas, es la mejor manera de alcanzar tus propósitos.

Lo principal es que sepas que eres una persona maravillosa, y que te mereces todo lo bueno. Tus derechos son tuyos.

Que no te callen.

Que no nos callen.

Todo va a salir bien.